Se cierra una etapa...¡otra vez juntas!

El viernes cerramos con Alba una de las muchas etapas de la vida. Tuvo su fiesta de final de curso de la guarde.

Me alegré que se acabara, ¡y no es que haya sido terrible! Al contrario, porque fue una muy buena experiencia, con pequeñas cositas negativas, pero ya tenía ganas de tener a Alba de vuelta por las mañanas.

Me acordé de cuando decidimos llevarla a la guarde. La decisión no fue fácil. Personalmente sentía mucha contradicción, porque por un lado necesitaba hacer algo por mi, sobretodo luego de un parón de 5 años sin hacer algo que me gustara y donde fuera feliz profesionalmente. Era y es importante sentirse realizada, pues es la manera en que también como madre puedo ser una persona más equilibrada.

Finalmente el que entrara significó para mi, el primer "respiro" luego de 2 años de crianza. No puedo decir que fue terrible esos dos años, al contrario, el tenerla y hacerme madre, fue el mejor regalo que he tenido, me ha dado la oportunidad de muchas cosas, como conocerme, perdonar, e incluso emprender.

¡Pero para que estamos con cosas! Esas 4 horas por las mañanas, me dio la libertad de tener mi tiempo, un pequeño momento donde poder empezar algo nuevo. De hecho, empecé a escribir este blog que lo viví como un verdadero trabajo; también lo dediqué a emprender en un proyecto que traía entre manos desde que mi hija tenía 6 meses, y ahora tenía la oportunidad de volver a ello y darme por entero.

Primer día de guarde. Sept 2014

Los meses pasaron y nos fuimos acostumbrando a la situación. Por suerte nunca tuve los problemas de llantos para ir a la guarde. Se adaptó muy rápido, y le gustaba ir. Eso me mantenía tranquila. Me impresioné con la soltura que ella vivía toda esta etapa nueva para ella, y me gustaba ver que era feliz contándome siempre lo que hacían en clase.

Ahora, en mi opinión personal, si hubiese sido posible, nunca la hubiese llevado. Creo que hubiese estado mejor en casa, me hubiese gustado haberme dedicado 100% a su crianza. Pero hacer las dos cosas a la vez, emprender o trabajar y criar en casa, lo veía muy difícil, sobretodo cuando no tenemos la ayuda de familiares por la distancia.

El viernes tuvo su fiesta de final de curso, cantó y recibió premios, por su paso en la guardería. Lo que más me emocionó fue la dedicatoria que le hizo su profe en un libro que le regalaron. Esto quiero compartirlo contigo:

"Porque me enseñaste el sabor de la ternura.

Porque me contagiaste todo el asombro de tu mirada.

Porque me hiciste sentir que me necesitabas.

Porque me dejaste entrar en tu mundo que es maravilloso

Por todo lo que jugamos, reímos, lloramos y vivimos muy juntas.

¡Gracias!

Me dio mucho gusto leer estas palabras de su profesora, porque vio a Alba tal cual como es. Supe que ella además fue muy sincera con su profe y con sus compañeros, con su propia persona.

Y en mi linea, aquí te dejo el Project Life de ese día. La verdad es que fue una mañana muy entretenida, con muchos juegos y sorpresas. 

¡Ahora veremos lo que toca el próximo año!

¡¡Feliz Domingo!!