"A menudo me preguntan cómo conciliamos ya que tanto mi marido como yo trabajamos fuera de casa y las niñas no están escolarizadas. Me han llegado a preguntar si tengo una au pair escondida en casa o una abuela perenne. Lo cierto es que por circunstancias no tenemos mucha ayuda. Así que conciliar nos resulta muy muy complicado, especialmente en épocas de mucho trabajo.
El papi
trabaja todas las mañanas y además dos tardes a la semana. Y yo trabajo todas
las tardes y dos fines de semana al mes. Tengo una reducción del 50%, así que
voy menos de 4 horas a trabajar, salvo los fines de semana, que trabajo
doblando la jornada para poder tener libres las tardes de los martes y los
jueves (las que trabaja mi chico). Como es profesor de secundaria y tiene una
tutoría complicada además, muchas tardes aparece a las 9 ó 10 de la noche en
casa. Sin contar reuniones de evaluación, departamento, claustros… Eso es lo
que trabaja fuera de casa, pero además su profesión implica una cantidad
ingente de trabajo en casa. Las niñas son cada día más autónomas y puede sacar
adelante tareas sencillas mientras ellas juegan, pero las que requieren mucha
concentración (evaluar exámenes o preparar clases), las hace cuando se acuestan
(que jamás es antes de las 11), así que muchas veces se acuesta a las 3 de la
mañana.
Una
buena amiga dice que somos una familia de relevo. Hay veces que comemos juntos
(15 minutillos), otras nos damos un beso en la puerta y otras llega tan tarde
que vamos los cuatro a mi trabajo (sólo tenemos un coche). Ese día es una
fiesta porque podemos charlar en el coche un ratito mientras escuchamos la BSO de Frozen J
Ahora
mismo estoy de vacaciones para que él pueda centrarse en su trabajo y poder
sacarlo todo. Y voy a trabajar en Navidades, en sus vacaciones, doblando para
conseguir días libres. Es una maratón mensual, con un calendario cuadrado al
milímetro, con días de dos colores y corazoncitos rosas en los que sólo pasamos
4 días juntos al mes y aprovechamos para retozar en el campo.
Respecto
a las tareas, quien está en casa es quien se encarga de ellas, yo hago comidas
y él cenas, limpia y recoge el que está en casa, siempre con ayuda de las
peques. Yo me suelo encargar de las gestiones de la economía familiar y él de
la compra. Somos un equipo y cada día se nos da un poco mejor.
Si las
niñas tienen que ir al médico, él tiene derecho a horas libres, pero yo no. Si
se enferman, al estar siempre con ellas, nos turnamos igualmente, por suerte
nunca han tenido nada más grave que una bronquiolitis y nunca han requerido ingreso.
Si así fuera, yo tengo derecho a días libres por convenio y además, algunos
días extra en los que me pagan el 50% de mi sueldo siempre que lo justifique.
Esta
locura de vida que llevamos nos ha enseñado a valorar muchas cosas, sobre todo
nuestra relación, somos un equipo, así que no se puede discutir por nimiedades.
Aunque el tiempo en pareja es casi inexistente y echo mucho menos resolver los
conflictos con besos y no con wasaps,
somos una pareja más compenetrada, una familia más fuerte. Lo peor sin duda es
que las niñas necesitan estar más tiempo en familia, los cuatro juntos, sin que
mami o papi trabajen , dentro o fuera de casa.
Lo mejor es la posibilidad de
ofrecerles una infancia tranquila, sin prisas, sin madrugones, sin acelerar sus
procesos, sin escolarizarlas tempranamente. Nuestras vidas son muy ajetreadas,
pero su infancia está siendo slow. Y
aunque a veces, en épocas de mucho stress, pienso que tengo todo lo malo de ser
ama de casa y todo lo malo de trabajar fuera y siento la necesidad de solicitar
un cambio de turno y trabajar de 8
a 12 de la mañana, que en ese tiempo fueran al
colegio/escuela infantil y pasar las
tardes en familia, lo cierto es que nos compensa ¡y mucho! poder ofrecerles
este regalo: Tiempo en familia, aunque sea de relevo.
Agradezco
infinito esta entrevista, pero considero que no es sólo cosa de madres, los
padres tienen que estar implicados también y por supuesto todos los actores
sociales (Administración, Empresarios y la sociedad en general). Gracias Mom
Slow Creative por darnos voz J"
Bea y sus tigris |
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¡Me ha encantado! Sobre todo la soltura con que lo cuentas, es genial! La verdad es que conciliar no es nada fácil, pero vosotros demostráis que querer es poder, y además compensa! ¡Felicidades! La lástima es que no se impliquen Administraciones y demás para lograr tener una vida familiar de Calidad para todos.
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