Creo que nunca he escrito sobre mi (excepto en Sobre mi, que ya dice mucho!), o más bien aun no he escrito ningún post de manera personal.
Hace ya varios meses que estoy leyendo "Cuerpo de Mujer, Sabiduría de Mujer" de Christiane Northrup. Y digo varios meses, porque sabéis que el tiempo que "sobra" hay que seguir dividiéndolo en muchas tareas. Pero cuando mi cuerpo me lo pide, cuando necesito un poco de sabiduría, siempre que tengo ese tiempo, no puedo dejar de leer.
Y este fin de semana, aprovechando el viaje a casa de los abuelos, volví a abrir el libro (¡más bien encender!) y me encuentro con algo maravilloso en una de sus páginas.
Lo primero que he pensado es que debía compartirlo contigo, y he guardado la página como hueso santo para traspasarlo aquí:
Meditación sobre la buena maternidad
Al cuidar de mí como madre
en una sociedad obsesionada por la mejor crianza de los hijos,
voy descubriendo la necesidad de engranar
lo que es mejor para mis hijos
con lo que es necesario para ser una madre bien equilibrada;
voy comprendiendo que ese dar incesante
se traduce en una entrega total,
y cuando una se entrega del todo a sí misma,
no es una madre sana ni es su yo sano.
Así pues, estoy aprendiendo a ser primero mujer y luego
madre;
estoy aprendiendo a experimentar mis emociones,
sin quitar a mis hijos la dignidad de sentir también las suyas;
estoy aprendiendo que un hijo sano
va a tener sus propias emociones y características,
que son sólo suyas y muy diferentes de las mías;
estoy comprendiendo la importancia
de la comunicación sincera de los sentimientos,
porque la simulación no engaña a los hijos;
ellos conocen a su madre mejor de lo que se conoce ella misma.
Estoy aprendiendo que nadie supera su pasado si no lo confronta;
si no lo hace, sus hijos van a asimilar exactamente
aquello que ella está tratando de superar;
estoy comprendiendo que las palabras de sabidurías
caen en oídos sordos si mis actos las contradicen;
los hijos tienden más a imitar que a escuchar.
Estoy aprendiendo que en la vida ha de haber
tanta tristeza y tanto dolor como felicidad y placer,
y que permitirnos sentir todo lo que nos ofrece la vida
es una indicación de plenitud y realización;
estoy aprendiendo que la realización
no se consigue entregándose totalmente,
sino dándose a una misma y dando a los demás.
Estoy aprendiendo que la mejor manera de enseñar a mis hijos
a vivir una vida plena no es sacrificando mi vida,
sino viviendo yo una vida plena;
quiero enseñar a mis hijos que tengo mucho que aprender,
porque estoy comprendiendo que soltarlos
es la mejor manera de retenerlos.
Me quedaría con tantas frases con las que me he sentido identificada, como "ellos conocen a su madre mejor de lo que se conoce ella misma". Porque eso sentía yo con mi madre.
La maternidad para mi a sido un abrir de ojos, un encuentro profundo conmigo misma. A ser sincera con lo que siento y con lo que quiero ser en la vida. No me ha entregado solamente una hija, sino que me ha entregado una nueva vida.
En estos momentos de mi vida, trabajo esta nueva oportunidad, una nueva filosofía de vida. Porque cuando antes soñaba con el coche que me iba a comprar cuando tuviera dinero (como ingeniero que es mi profesión), ahora sueño con el sentimiento, con la sensación de tranquilidad en mi corazón haciendo aquello que me hará feliz todos los días, sueño entregándole a mi hija una vida mejor (y no me refiero a la material), y sueño con verme con mi marido juntos y muy viejitos.
¡Y no trabajo de ingeniero! Aunque los tiempos ahora mismo son difíciles, y muchas veces falta un curro, tengo que agradecer la oportunidad de estar encontrando mi camino a la felicidad de realización personal; la oportunidad de estar en casa siempre y criar a mi hija; de tener un amor incondicional a mi lado que es mi marido.
Por eso he creado MumSlowCreative, ¡este es mi trabajo ahora! y se que me llevará a algún lugar maravilloso, Por ahora estoy aprendiendo, conociendo y con ganas de compartirlo contigo.
Un gran abrazo
Pame Cepeda
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