Como emprendo sin querer morir en el intento

Hace un par de semana atrás me viste participando en El día de la persona emprendedora, y este post nace después de haber estado escuchando una charla muy inspiradora. 

No puedo decir que he conseguido mucho hasta ahora emprendiendo, de hecho estoy recién marcando mi camino, pero tengo ganas de contarte cómo he llegado hasta aquí y por qué he decidido emprender.

Motivacional para que despiertes y emprendas ya

¿Sabes cuando decidí emprender?


Cuando cambié mi actitud frente a la vida, frente las dificultades. 

Había empezado un proyecto en el cual quería emprender; venía con todas las ganas del que todo lo puede, luego de haber parido a mi hija. Me sentía casi iluminada, tocada por mi hija y quería entregarle todo al mundo.

Pero en cierto momento caí en la mala actitud, en la actitud pesimista. Estábamos, y estamos en plena crisis, y sentía que no había ninguna razón por seguir adelante, por querer emprender. -¿Que sentido tiene si nunca lo podré hacer? ¿que sentido tiene perder mi tiempo, el tiempo de mi hija si luego no habrá dinero para hacerlo? Estamos en mal momento, quizás no sea el momento-

Y lo paré, lo dejé ahí, estancado y guardado en mi pc. Me pasé casi un año sin experimentar o buscar otras vías de desarrollo profesional o personal. No fue fácil, porque "quería pero no podía".

Quiero que me entiendas, mi hija me llena completamente, pero creo que, justamente las personas que deciden emprender luego de tener a su hijo, es porque es tan grande la experiencia, es tan maravillosa esa sensación de empatía, de darlo todo, es tan grande el amor, que también quieres experimentarlo en otros planos de tu vida, como puede ser el profesional. Por eso que muchas madres y padres tiran a la borda sus trabajos monótonos y aburridos, mal o bien pagados, sólo por el hecho de encontrar eso que les hace feliz. 

el cómo vivirlo es una decisión personal
Presentación de Luis Galindo #emprendesur15

Y me dediqué prácticamente un año a mis clases de ballet y a mi hija. Me hizo y me hace muy feliz, pero me faltaba algo. ¿Sabes la sensación cuando te pica el cuerpo porque quieres moverte, porque quieres bailar?

Eso sentía yo pero me faltaba el ánimo y las fuerzas. Me di cuenta además, que tenía pequeñas espinas clavadas en mi cuerpo que no me dejaban tranquila. Fue un gran trabajo darme cuenta que eso existía y que estaba ahí, y que si no le tomaba en cuenta, me seguirían molestando siempre.

Todas estas preguntas, todos estos cambios no hubiesen sido posible si no hubiese llegado mi hija, eso lo tengo muy claro; pero sobretodo si no hubiese escuchado a mi corazón. Así que para avanzar, en cualquier ámbito de mi vida, tenía que parar un segundo y resolver algunas cosas.

Por estas fechas el año pasado me estaba preparando para los exámenes de Danza Clásica del Conservatorio. Esa era mi gran sombra que me perseguía. Ser bailarina habia sido mi sueño desde pequeña. Los vi truncados en cierto momento y me derrumbé. Seguí mi vida sin cuestionar lo que realmente quería hacer en esta breve vida.

Decidí hacerle frente y me di una última oportunidad: Yo de 32 años y con una hija, presentándome a los exámenes con chicas de 17 años. Pensé que debía hacerlo, que no tenía que regalarme la opción de poder preguntarme luego "que hubiese pasado si...." No, no quería quedarme con la duda.

Tenía dos opciones: quedaba o no quedaba en el Conservatorio y en las dos sería feliz.  Si quedaba tendría un año de ballet, un año bailando y ya veríamos que pasaría al final; si no quedaba sería feliz sabiendo que lo había intentado y que había llegado por primera vez hasta el final, y que también ya vería cómo seguir.

La vida decidió darme la oportunidad de presentarme en Septiembre de 2014 al examen, pero no lo superé. No fue una sorpresa cuando vi los resultados, más bien sentí un alivio. Suspiré y pensé que la tarea ya estaba echa, y luego me eché a llorar. Lloré en el autobús y me acordé de cuando era niña y lloraba porque la vida se empeñaba en que no fuera bailarina.

Pero dentro de mi corazón sentía el alivio de darme cuenta de que ahora ya no me tocaba vivir eso; que mi cuerpo y me mente habían cambiado, que sólo se había quedado en mi una especie de recuerdo latente, pero no era más que recuerdo. Reflexioné lo bueno que era no haber quedado, porque sino no podría disfrutar tanto de mi hija, o no podría tener otro hijo dentro de un año. Y luego pensé que ahora tendría tiempo para emprender, para hacer lo que quería: ya me había soltado de las cadenas de la pena y de la compasión.



En Octubre del año pasado volví a mis andanzas. Ahora ya nada podía detenerme; volvía con todas las ganas, con toda la libertad, y me dije "que le den a la crisis, que le den a que no haya dinero, ¡al carajo!"

Tomé mi pequeño documento, y comencé de nuevo. Cuando mi actitud cambio empezó mi vida emprendedora. Cuando dejé de ponerle excusas a mi vida.

La vida esta llena de oportunidades para aprender, creer y desarrollarnos


Si nunca hubiese empezado a emprender, moverme, comunicarme, comenzar este blog, contactar contigo, no estaría ahora mismo aquí ¡que maravillo es este mundo!.

Una vez que decidí emprender, las cosas mi alrededor empezaron a cambiar, pero porque la actitud había cambiado. Me di cuenta que si te relaciones con gente, si compartes y cuentas tus ideas, tus pensamientos, todo empieza a conectarse.

A través del blog, he aprendido mucho: Photoshop, Ligthroom, Social Media, Digitalización brushes, etc...

Y con mi proyecto: modelos de negocios, plan de negocios, etc...Pero lo más importantes ¡he conocido a mucha gente, que también quiere emprender, aprender, y ayudar!

No digo que emprendas, que abras un nuevo negocio, que abras un blog, quizás aún no es el momento, ¡pero hay que estar atentas!

Pero eso si, hagas lo que hagas, que lo entregues todo lo de ti: con entusiasmo, con carisma, con amor y con buena disposición. Todos los días con una mente positiva y abierta ¡Así saldrán las cosas! ¡Que le den a la crisis!



Así que vive con pasión, con verdadero entusiasmo de las pequeñas cosas, con un "extrañamiento" continuo de lo que nos rodea.

Y para terminar con una reflexión de Nelson Mandela:

"No podrás vivir con auténtica pasión si te conformas con una vida que es menos de la quieres capaz de vivir"

Nelson Mandela




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