Y fueron 3 años de Lactancia

¿Cuantas veces sentenciamos?: "Está dejando la teta", "Creo que ya quiere dormir sol@", o la típica "Creo que le están saliendo los dientes".

Hoy con muchas seguridad, tranquilidad y calma, finalmente puedo decir "ha dejado la teta"

Quiero contarte mi historia sobre este arduo camino, soltar todo aquello que en su momento me hizo llorar, y que también me dio grandes momentos.


mumslowcreative lactancia 3 años


Antes de ser madre, o cuando aún tienes la barriguita tienes "ideas" de cómo vas a ser como madre, qué posturas vas a tomar frente a la lactancia, crianza, alimentación etc. Pero realmente no se "decide" hasta cuando lo vives en carne propia y tienes que pasar por todas esas circunstancias.

Cuando tuve a mi peque en los brazos, se me deslumbró el camino de la lactancia: claramente sería a demanda y prolongada (ahora hay mucho debate de por qué debe llamarse prolongada). Digamos que quería que fuera "hasta que ella decidiera cuándo dejar la teta. ¡La cosa es que ese tiempo se alargaba y se alargaba y no veía final!

Tuvimos sus momentos en los inicios, en los primeros 3 meses, pero que finalmente superamos muy bien. Y desde entonces la lactancia siempre fue muy placentera. Le veía todos los convenientes: no necesitaba ir con biberones y calentar agua, no hubo nunca gastos por leche de fórmula, no había chupetes. La podía tranquilizar donde fuera, estábamos siempre juntas: era nuestro momento kinder.


De 12 a 24 meses de Lactancia 

Cuando mi hija tuvo un año viajamos a Chile, a mi país. Y para todos fue impactante que a la edad de mi hija (1) aún no "comía" y (2) aún tomaba teta.

No comía para ellos, pero ella estaba en pleno proceso de introducción de alimentos, y sí comía. De desayuno tenía maiz y guizantes cocidos; de comida, merienda y cena lo que hubiera en la mesa. Y su teta por supuesto.

Su teta era su principal alimento. Naturalmente no podía dejarla, porque los alimentos como frutas, verduras y carnes, estaban introduciéndose lentamente y gestionada por ella misma.

Una vez aceptada esta parte, porque perfectamente podría haberle metido potitos y quitarle la teta, estaba claro que tenía para rato con la lactancia, por lo menos hasta que ella ya comiera todas su comidas. Creo que este punto es importante: la lactancia tiene que ser un momento placentero para amb@s, y en este caso, yo tenía que estar dispuesta a seguir con la lactancia adelante.

Durante este tiempo, me daba cuenta que "un año es muy pequeña para que deje su tetita". Me parecía que si seguíamos sus procesos naturales, no había razón para que aún la dejara.

La lactancia durante este año fue la mejor, porque ya no tenía los problemas que se tiene cuando se es primeriza: Ya no hay pudores, no hay problemas de obstrubciones y mastitis, la peque está más grande y se pone sola a la teta, no hay que acomodarla, alcanza perfectamente y ya nada de cojines de lactancia. Le hacía cariño y existía un amor que ver si carita era alucinante. Existía una paz entre ambas

Con 18 meses de vida

De 24 a 36 meses de Lactancia

El segundo año ya fue distinto. Ella vivió muchos cambios: comenzó la guardería, durante el año dejó el pañal, empezó a comer carnes, empiezan con el NO, etc.

Y el que entrara a la guardería significaba que ya no tomaba su teta durante el día, sólo al despertarse, durante la tarde, y por supuesto la noche y durante toda la noche!

Pero este segundo año fue el más duro para mi. Por un lado, mi yo quería hacer más cosas que hablar sólo de maternidad, o que juntarme sólo con madres, de hecho nació este blog por estas fechas. Quería hacer cosas para mi, quería externalizar mis intereses. Estaba buscando mi camino como esta nueva mujer que era.

Empezó el deseo de no seguir con la lactancia, y no sólo por lo anterior, sino porque ya estaba cansada, tenía menos paciencia, sobretodo por la noche. A pesar de eso, confieso que cuando mi hija llegaba de la guarde, la andaba buscando para que tomara la teta, ¡la necesitaba!, la extrañaba mucho y quería que estuviéramos juntas, tranquilas.

Pero cuando pasas ya todo el día y llega la noche, ya no podía más con mi cuerpo, quería descansar. Y eso también me hacía sentir "mala madre". Quería pero no quería seguir con la lactancia.

"Más que mal, ella ya come de todo, corre, escala, salta del segundo escalón....no sé". Y me empezaba a preguntar cuándo dejaría la teta.

Con 2 años de vida

El rechazo

Hubo momentos donde el cansancio me hacía decirle "es que no quiero darte teta, estoy cansada" Y el rechazo siempre fue contraproducente. Lloraba y me demandaba más. Al final aceptaba pero de mala manera. Y mientras se la daba pensaba lo mal que lo estaba gestionando todo, me sentía mal conmigo misma, le pedía disculpas por haberme enojado, y seguíamos adelante.

Pero las incomodidades conmigo misma seguían. Este tiempo de rechazo duró quizás unos 3 meses, fue un cambio muy de repente, y ella no tenía la culpa. Tenía claro en mi cabeza que "la lactancia tiene que ser agradable para ambas" ¿pero cómo conseguirlo?

Aceptación y Medidas

Ya sabemos que no sirve de nada llevar la contraria. Es muchísimo mejor dejarnos de imaginar situaciones idílicas, ver la realidad, buscar soluciones e ir aplicando.

No servía de nada rechazarle la teta, no me sentía bien conmigo misma, y ella tampoco lo pasaba bien. Lo mejor fue pensar: A ver, la teta en algún momento se acabará, eso seguro (la pregunta era cuándo) Siempre ella ha decido cuando gatear, cuando caminar, cuando comer, cuando sacarse los pañales, ¿por qué no con la teta? 

Así que lo que hice simplemente fue relajarme y aceptarlo. En segundo lugar pensamos en "medidas" de cómo repartirnos este cansancio con mi marido. En cómo ir suavemente dejando la teta, sin que fuera algo brusco para ella.

La noche

Entonces lo que hicimos fue "cortar" la teta para irse a dormir, básicamente porque ya no aguantaba que estuviera pegada a ella 1 hora. Y ese tiempo que pasaba con ella en la cama, lo pasaba realmente mal ¿era justo que yo estuviera así? ¿que ella sintiera que yo no estaba bien?

Dormir dormir, ya se dormía sola con papá, no había problemas si iba él o yo. La única diferencia era que con él no había teta para dormir. Pero tenía cuentos, canciones y él hasta que se quedara dormida. Así que desde ese momento, la tarea de hacerla dormir fue de él. Y creo que fue una buena decisión. No fue algo traumatico, no es que "le corté la teta por la noche" y la dejaba llorando, sino que aplicamos en situaciones donde sabíamos que ella era capaz de gestionar sola, en este caso quedarse dormida sin la teta.


El resto del día

Durante la mañana ya no la tomaba por la guardería. Y sólo la tenía durante el resto del día, y durante la noche, que además cada día se despertaba menos.

Fue pasando el tiempo, y cuando nos acostumbramos a esta nueva rutina, todo fue más tranquilo. Estaba una vez más contenta con la lactancia. Incluso tomaba de ella 2 minutos "antes de ir a la cama"-me decía. Y sin ningún problema, ningún rechazo, yo encantada.

Me dio felicidad saber que, pasado el trance, volvía a sentirme bien con la lactancia, y que ella seguía disfrutando de ella.

Con 2 años y medio


Durante la noche

Nunca la dejamos durante la noche, simplemente fue otro momento que sabía que pasaría. Y pasó. Me reía que ya llevaba casi 3 años sin dormir. ¡Y era realidad! 

Pero paulatinamente la dejó, no fue un día que recuerde. Sino que un día al pensar, me di cuenta "ya no toma la teta por la noche". De hecho tenía que pensarlo (estaba tan acostumbrada) ¿se la di o no?, no me acuerdo.

Y la dejó por completo

Así como sucedió por la noche, sucedió durante el día. Cada día me pedía menos tomar la teta, cada día la pedía menos para tranquilizarse. Ya no era su primera reacción frente a una pena por ejemplo.

Llegó un punto, y creo que puede ser cuando tenía 30 meses (ahora tiene 38), que sólo la tomaba al despertar y para la siesta si se la daba yo. Pero lo mejor que ya no era durante una hora; el tiempo estaba bajando considerablemente, tanto que al final prácticamente era "darle un besito".

Cuando cumplió los 3 años, prácticamente ya no la tomaba. Si en algún momento la tomó fue en situaciones donde ella "se sentía más insegura": salidas fuera de casa, cansancios, penas y tristezas, etc.

El último reto fue cuando mi marido se fue de casa (si leíste este post sabes de lo que te hablo!) y la tarea de hacerla dormir volvía a recaer en mí, y con ella mi gran miedo ¿volverá a la teta para hacerla dormir?.

Frente al gran cambio, pues sí que me la pedía, y yo no podía negarsela. Con gusto se la daba. Pero para mi sorpresa, sólo la tomaba 10 segundos, contados, de cada una. Luego la rutina seguía con cantar una canción para domir (es decir, ya ni siquiera la necesitaba para dormir).

Hasta que un día por la noche, saltamos del cuento a la canción. Se había acabado la teta, sin ninguna complicación.

Me siento feliz, 3 años de Lactancia

No puedo decir que la lactancia es un camino de rosas, no puedo decir que fue algo sencillo, y es muy fácil decir "la lactancia debe ser algo placentero para amb@s".

Porque me enfrenté a esa situación y entonces te preguntas: "Vale, qué hago entonces para que siga siendo placentero".

Fue muy pero muy importante poder expresar mis sentimientos, en este caso con mi marido. ponerle palabras, y decir claramente: No quiero seguir con la lactancia, no me siento bien.

Una vez hecho eso, haberlo declarado, mi mente y mi corazón pudieron continuar. Realmente no me sentía bien, estaba cansada, pero no quería quitársela. Porque en los momentos en los que yo estaba bien y más descansada, seguía siendo nuestro momento kinder.

Si pasas por esto, si no estás a gusto, no te sientas mal. Estoy segura que muchas pasamos por lo mismo. Sólo expresalo, sé sincera contigo misma y comparte tus sentimientos con alguien.

Apóyate en tu pareja. En este caso, mi chico me relevó en situaciones donde la teta estaba presente, pero realmente ya no era algo indispensable (para hacerla dormir). Para mi ese tiempo, que volvía a ser mio, fue indispensable. Simplemente ya me sentía mejor, y me daba energías para continuar con la noche.

Estoy feliz con nuestra lactancia. Siento verdaderamente que la ha dejado cuando ella así lo ha sentido. Me impresiona que justo haya sido cuando cumplió los 3 años. Una edad de grandes cambios, donde para ella los tres años son súper importante. Siempre me recuerda "lo mayor que es". Donde está en plena etapa de establecer su persona, su personalidad. Donde se hace escuchar y expresa sus sentimientos.

Viendo para atrás, la lactancia fue algo importantísimo. Estrechamos lazos importantes, y eso se nota. Varias personas fuera de mi círculo de amigos y familias me dicen: "hacen una linda pareja" y me hace feliz.

Me di cuenta que la lactancia hasta los 12 meses es muy corta, demasiado para mi gusto. Que la etapa más difícil fue a los 2 años, pero que si queremos seguir con ella y buscamos nuevas formas de llevarla a gusto, la teta tiene un final agradable, que en este caso fue a los 3 años.

¡Que largo me ha salido el post! Pero había mucho que contar. La lactancia es un mundo y va cambiando la relación con ella constantemente.

Espero que te haya ayudado, o que compartas si crees que a alguien le puede ayudar mi historia.

¡Feliz Lactancia!







2 comentarios:

  1. Enhorabuena, 3 años es mucho, y todo un logro. Por aqui llevamos 3 y medio, y no le veo con ganas de dejarla jaja, cada noche, no perdona su teta para dormir ;)

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    1. gracias por pasarte y dejar un comentario. Felicidades por esa lactancia! La teta siempre será su adoración ;)

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